
Declaración Pública
LA NUEVA NORMALIDAD EDUCATIVA: LA NUEVA EXPLOTACIÓN LABORAL, EL DESMANTELAMIENTO DE LA ESCUELA, LA COMUNIDAD Y EL ROL SOCIAL DE LA EDUCACIÓN.
- El uso del contexto de pandemia, por parte de la clase dominante, se resume en una serie de medidas e iniciativas legislativas que, en general, siguen las recomendaciones del Banco Mundial como órgano rector de las economías dependientes como la chilena, obligando a que seamos los trabajadores quienes paguemos la crisis, que dicho sea de paso, se trata de una crisis estructural incubada y desarrollada en décadas de concentración y acumulación de riquezas bajo el modelo económico neoliberal.
- Desde esta premisa y bajo el actual contexto, debemos denunciar lo que organizaciones del sector educación han optado silenciar, como es el caso del Colegio de Profesores que en esta materia tiene directa responsabilidad. Sin embargo, “a favor” de dicha Asociación Gremial, debemos reconocer y decir que su responsabilidad es la de seguir el guion político establecido y acordado tras las firmas de los acuerdos políticos nacionales que tienen por finalidad profundizar y rectificar el modelo neoliberal y la educación de mercado y su industria educativa, subordinándose a los grupos y entidades económicas nacionales e internacionales.
- En las recientes semanas, profesoras y profesores de los sectores particular pagado y subvencionado de todo el país han sido alineados acelerada y sigilosamente a nuevas condiciones contractuales vía anexos de contratos que van más allá de ser una respuesta a la contingencia, pues se instalan con mayor proyección que la corrientemente prevista y que tienen implicancias en la totalidad del funcionamiento del sistema escolar chileno, manifestándose en al menos los siguientes tópicos:
a.- EN LO ECONÓMICO:
- El
MINEDUC ha sostenido que no se han modificado los recursos de la subvención en
el contexto de la pandemia. Sin embargo, los costos de mantener los procesos de
enseñanza-aprendizaje los han asumido los trabajadores de la educación,
estudiantes y familias (calefacción, electricidad, agua, internet, desgaste y
mantención de equipos, uso de espacios, etc.)
- Los costos han sido traspasados sin que por ello aumente el salario de los trabajadores de la educación. Por el contrario, se ha puesto en cuestión por parte de autoridades y sostenedores, ya que según estos últimos la subvención no alcanza a cubrir las necesidades educativas sin el copago que muchos colegios han dejado de percibir.
b.- EN LO POLÍTICO:
- La
nueva normalidad opera un desmantelamiento de la escuela como espacio político.
Se elimina la posibilidad de que las escuelas sean los espacios de integración
de la comunidad y espacios de discusión democráticos y democratizadores en vías
del proceso constituyente. Es decir, se expresa continuidad y desarrollo de la
conceptualización de la comunidad educativa y/o escolar caracterizado y
limitado según competencias de los distintos actores al interior de las
escuelas y liceos.
- Se agudizan las dinámicas antidemocráticas de la gestión escolar en prácticas como las siguientes: suspensión de los consejos escolares, elección a dedo de los representantes, dispersión de las horas del consejo de profesores en trabajo particular de departamentos por área de aprendizaje, supresión de espacios de encuentro entre los trabajadores, etc. Es decir, cada acto de autoritarismo del gobierno – como por ejemplo la priorización curricular- es replicado al interior de las escuelas y liceos.
- Como ya dijimos antes, las organizaciones de contención, como el colegio de profesores, genera política-ficción instalando la necesidad de tener un receso para descansar, en el actual contexto, en lugar de generar la contradicción con estas nuevas formas de explotación laboral.
c.- EN LO PEDAGÓGICO
- Los
anexos de contrato y la priorización curricular regulan la práctica docente con
mecanismos de control y registro del trabajo de los y las trabajadoras, clases
grabadas, plataformas digitales, excels de registro, etc., tareas y tiempo que
sin duda van más allá de las horas de contrato.
- Desde la LGE en adelante, queda revalidada la eliminación de cualquier posibilidad de discusión y definición del currículum desde el seno del profesorado. No obstante, lo que parecía una política
asentada y consolidada en este sentido, el gobierno y la “oposición” logran profundizarla aprovechando el contexto, anulando totalmente la discusión curricular en la comunidad educativa, entre profesores y jefaturas, etc. Ahora son las jefaturas las que mandatan la aplicación de la priorización curricular.
d.- EN LO CONTRACTUAL:
- Todo lo anterior queda legalizado en los anexos de contrato
como obligación de la ley de teletrabajo, asegurando y generando
mayores utilidades en el negocio de la educación para los sostenedores, al
tiempo que se flexibilizan aún más nuestras condiciones laborales.
- La ley de teletrabajo y los anexos de contrato no generan ninguna garantía real para las y los trabajadores. En el sistema particular subvencionado se ha estandarizado el modelo de anexos de contrato por definición política de los sostenedores, quienes llaman a los trabajadores a replicar en el domicilio la jornada ordinaria de trabajo del contrato original, solicitando comunicabilidad y ubicabilidad durante la misma, sin atender al contexto en que el trabajo se desarrolla.
- Hay que considerar que el horario garantizado de desconexión se refiere sólo a la relación con el empleador, por lo que no es aplicable en la práctica de los y las docentes del país.
En síntesis, el conjunto de esta política mancomunada entre gobierno y sostenedores va más allá de ser una respuesta ad-hoc a la contingencia por pandemia, sino que tiene proyecciones. Denunciamos con esto que los anexos de contrato por teletrabajo en el sector de educación, no son más que un replica genérica que se desprende de una dirección política de los sostenedores de este tipo de establecimientos y flexibilizan aún más nuestra labor como trabajadores y trabajadoras de la educación y que por ningún motivo debemos dejar pasar tener una posición clara ante este proceso que atenta en contra de nuestra labor. Por otra parte las escuelas dejan por completo de ser una institución que integra a la comunidad que propicie espacios de democratización tanto en las aulas como en la sociedad. Esto debido a la decisión de convertir las comunidades educativas en comunidades virtuales, con la injerencia de organismos políticos y económicos internacionales.
Por último, señalar con fuerza la responsabilidad que la denominada “oposición” tiene en estas transformaciones neoliberales de la educación chilena; ya como consecuencia de acuerdos políticos nacionales, como también en el rol que juegan desde la institucionalidad gremial del colegio de profesores y que dejan al profesorado chileno en la indefensión absoluta.
A denunciar abiertamente las prácticas que atentan contra los derechos sociales y laborales.
A preparar y organizar la defensa de nuestros derechos y el sentido comunitario y social de las escuelas chilenas.
A levantar sindicatos de trabajadoras y trabajadores de la educación para frenar la explotación.
Por una educación y Vida digna para todas y todos…
¡Hasta que la Dignidad se haga costumbre!

Frente de Trabajadoras/es de la Educación – FTE
Movimiento de Izquierda Revolucionaria
MIR de Chile
08 de julio de 2020
www.mir-chile.cl